Cómo cambiar la mentalidad sobre la comida

La Mentalidad Sobre La Comida

Para la mayoría de las personas, las dietas no funcionan. Estadísticamente, el 80-95% de las personas que hacen dieta recuperan el peso que se esforzaron por perder en dos años. Es mucho mejor cambiar la forma de pensar sobre la comida en general.

Muchas personas se matan de hambre y luego comen a escondidas cuando tienen hambre o se dicen que se merecen algo después de hacer ejercicio. El secreto es comer cuando se tiene hambre, no hacer dieta, y permitirse un tentempié ocasional (menos de un día a la semana) para tener algo de margen. Un estilo de vida saludable necesita flexibilidad para funcionar, no una tortura.

En lugar de centrarte en tu dieta, piensa en cambiar tu mentalidad sobre la comida. Cambia tu forma de ver la comida para tener cierto autocontrol y tomar decisiones más saludables.

Una vez que cambias tu mentalidad sobre la comida, es más fácil empezar a tomar mejores decisiones para ti y disfrutar de los alimentos que comes.

Cómo cambiar la mentalidad sobre la comida
Cómo cambiar la mentalidad sobre la comida
📂 Contenidos
  1. El problema de las dietas. ¿Por qué no funcionan?
  2. Cómo cambiar la mentalidad sobre la comida
  3. Conclusión

El problema de las dietas. ¿Por qué no funcionan?

Algunas personas pueden tener éxito cuando hacen dieta, como las que miran en su interior y se dan cuenta de que tienen un problema con la comida, pero pocos estamos preparados para hacerlo. Cada vez que intentamos perder peso, perdemos más y más, porque se necesita tiempo para deshacer el daño en nuestra mente.

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Las dietas son una solución cosmética para algo que tenemos que arreglar por dentro. Lo primero que hay que hacer es cambiar la mentalidad sobre la comida.

Cambia lo que piensas sobre la comida, cambia lo que sientes sobre la comida y cambia tu relación con la comida. Esta es la base para cambiar cualquier comportamiento o crear uno nuevo.

Las razones por las que las dietas funcionan:

  1. Como ya se ha mencionado, se trata de parches.

Las soluciones de parcheo nunca son soluciones permanentes. Contienen elementos temporales que pueden ser útiles a corto plazo, pero no conducirán a un cambio duradero. Cuando usamos tiritas o curitas, en algún momento se rompen y surge un nuevo problema.

  1. Las dietas nos enseñan a tener miedo.

Cuando te pones a dieta y limitas tu alimentación, te niegas las cosas que te hacen sentir bien.

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Las dietas también nos enseñan a temer la comida, a temer el hambre y a temer la liberación de lo que pasa por nuestra mente. Cada vez que restringes la comida de tu vida, te predispones al fracaso más adelante.

  1. Las dietas te convierten en un esclavo de tu cuerpo.

Cuando las personas que hacen dieta no consiguen lo que esperan o desean, su cuerpo reacciona provocando dolor, náuseas o dolores de cabeza. Este fenómeno también se conoce como la influencia del ayuno (dolor de cabeza en ayunas). Esto sucede porque se le niega al cuerpo lo que necesita, pero se le sigue alimentando.

  1. Las dietas son restrictivas.

Lo que el cuerpo quiere y necesita para mantenerse sano es la comida. Las dietas restrictivas limitan la capacidad del cuerpo para obtener los alimentos que necesita. El cuerpo hará lo que sea necesario, a veces incluso comiendo cosas que no le hacen sentir bien.

  1. Las dietas hacen que uno crea que la comida es un enemigo.

Como las dietas nos enseñan a temer la comida, también nos enseñan que la comida es nuestro enemigo. Tanto si estamos a dieta para perder peso, por salud o por cualquier otra razón, cuando tenemos la mentalidad de que los alimentos son malos para nosotros, tendemos a comer menos y a elegir alimentos que son perjudiciales cuando los comemos.

Cómo cambiar la mentalidad sobre la comida

Como ya hemos dicho, hay muchas razones por las que las dietas no funcionan. Las dietas nos enseñan a temer la comida, nos hacen querer castigarnos por comer y sentirnos mejor restringiendo lo que comemos. Porque las dietas nos enseñan estas cosas, no nos enseñan a llevar un estilo de vida saludable. No nos enseña a tomar buenas decisiones para nuestro cuerpo, ni a sentirnos bien ni a prepararnos para el éxito más adelante.

Aquí tienes algunos consejos prácticos que puedes utilizar:

1. Decida qué es lo más importante para usted.

Es importante dar un paso atrás en la dieta y ver quién eres.

¿Cuáles son las cosas que te hacen feliz, saludable y te hacen sentir bien contigo mismo? Piensa en tu familia, en el lugar donde vives, en cuáles son tus valores en la vida y en lo que te hace sentir bien contigo mismo. Probablemente tu respuesta será diferente a la de los demás, pero es importante tener en cuenta tu papel en tu vida.

Algunas personas piensan en cosas como un horario más flexible, más tiempo con la familia, una talla más pequeña, la posibilidad de ir de compras con las amigas o llevar a los niños a la piscina. Esto no significa que no pueda tener estas cosas mientras participa en un estilo de vida de dieta. Por el contrario, mucha gente lo hace y algunos incluso tienen éxito. El problema es que no es realista, porque la mayoría de la gente acaba perdiendo el interés y vuelve a sus antiguos hábitos.

Otros pueden querer menos estrés en sus vidas y más tiempo con los amigos. Algunos de estos objetivos pueden dificultar la pérdida de peso, pero no hay que dejar que esto limite la capacidad de perder peso. Más adelante hablaremos de ello con más detalle.

También debes pensar en lo que es importante para ti como persona y no sólo como un número en una escala. Tu vida en su conjunto debería superar con creces el número de la báscula en todo momento.

2. Considera tu pasado y dónde estás ahora.

Si estás luchando con alguno de los problemas mencionados anteriormente, esto te ayudará. La mente es un músculo y debe ser entrenada. Es importante recordar que si tienes problemas con la dieta y el peso, nadie ni nada puede hacerte triunfar.

Si quieres tener éxito, tienes que pensar en cómo te encontraste en una situación en la que esto era una opción para ti. Esto le permitirá entender cómo cambiar las cosas en el futuro.

Piensa en tu historial de dietas. Piensa en cómo has llegado a este punto y en lo que ocurrió antes de empezar la dieta. ¿Cómo ha llegado a este punto? ¿Dónde estaban sus prioridades, si es que las tenía?

La clave para cambiar los malos hábitos es analizar qué los causó en primer lugar, no sólo el comportamiento en sí. Por ejemplo, si tiene un problema de abuso de alcohol o drogas, no basta con dejar de consumir. Para que el comportamiento cambie, algo más debe ocupar su lugar.

Por eso no se puede seguir una dieta y esperar que funcione. Es importante pensar en lo que causó el hábito en primer lugar, trabajar en estos aspectos y luego cambiar sus hábitos.

3. Comprender los propios factores desencadenantes de la nutrición

Los desencadenantes de la alimentación son cosas en las que piensas o notas que te dan ganas de comer. Pueden estar presentes en el entorno, algo que alguien te dice o un recuerdo de algo que te hizo dejar de comer durante una comida, por ejemplo. Si la idea de ir a la piscina le hace querer comer más, este es un ejemplo de un desencadenante de la alimentación.

Entender tus desencadenantes es importante porque te permite controlarlos y convertirlos en algo más. Si eres capaz de reconocer cuándo tienes un desencadenante, tendrás la oportunidad de detenerlo y convertirlo en algo que no necesitas.

Por ejemplo, cuando alguien pronuncia la palabra "dieta" puede tener ganas de comer más. Al reconocerlo, se puede pensar en otra cosa para cambiar la situación y no tener que pensar en ello.

Por eso es importante hacer un diario y escribir en tu mente. Así tienes un lugar donde poner las cosas en las que no quieres pensar. De este modo, cuando surja el desencadenante, podrás reconocerlo antes de que haga algo malo a tu cuerpo y a tu mente.

4. Llevar un diario

Llevar un diario le ayudará a reconocer sus factores desencadenantes y a encontrar nuevas formas de afrontarlos. También podrá ver lo que funciona y lo que no. La agenda te permitirá registrar todas estas cosas y mantenerlas organizadas para que puedas ver lo que funciona y lo que no.

Llevar un registro de lo que comes también te ayudará a ser consciente de los desencadenantes y de cómo actúan en tu vida.

Llevando un diario podrás ver lo que funciona y lo que no. Al hacer un seguimiento de la ingesta de alimentos y el ejercicio, podrá ver qué cosas están funcionando y cuáles no. También puedes pedir ayuda a un dietista o entrenador.

5. Practicar la conciencia

Es el concepto de conciencia de lo que está ocurriendo en tu vida y de lo que estás haciendo. Te ayuda a controlar tus pensamientos, emociones y acciones. Debería ser una parte habitual de tu día.

Cuando encontramos algo que nos funciona, puede ser fácil olvidarlo si no lo hacemos regularmente. Por eso es importante llevar un diario y hacer un seguimiento de lo que se hace. De este modo, te aseguras de seguir el camino y quizás descubras cosas nuevas por el camino.

Una vez más, esta es tu vida. Este es su viaje y ustedes deberían ser los únicos en juzgarlo. Así que piénsalo, considera tu pasado y hacia dónde vas. Tómate el tiempo de analizar lo que es importante para ti, porque no importa lo grande o lo pequeño que sea, estas cosas son importantes y merecen un lugar en tu vida.

6. Centrarse en la salud, no en la pérdida de peso

Cuando uno se centra en la salud, es mucho más fácil mantenerse motivado. Cuando uno se centra en la pérdida de peso, puede ser difícil ver el progreso y los resultados que uno está haciendo. Por eso es importante cambiar el enfoque de la pérdida de peso a la salud.

En primer lugar, es necesario identificar los objetivos generales de salud. Por ejemplo, reducir la presión arterial, hacer más ejercicio, controlar el colesterol o comer más sano. Si te centras en estas cosas todos los días, llegarás mucho más rápido que si sólo te centras en la pérdida de peso.

Una vez que haya identificado sus objetivos generales de salud, piense en pequeños hábitos diarios que le ayuden a alcanzarlos. Entonces, cuando intentes decidir qué hacer, asegúrate de que sea algo que contribuya a lograr tu objetivo.

Cuando te centras en la salud en lugar de en la pérdida de peso, hay mucho menos estrés y ansiedad. Uno disfruta del proceso y se siente bien con los pasos que está dando hacia el objetivo final.

7. Mirando el panorama general

Cuando se trata de cambiar el estilo de vida, puede ser fácil centrarse en los aspectos negativos y positivos. Pero a menudo es necesario considerar un panorama mucho más amplio.

A menudo uno se da cuenta de que lo que está haciendo no funciona tan bien como pensaba. Por eso es importante asegurarse de que sus objetivos son realistas y alcanzables. De lo contrario, te harás infeliz trabajando por algo que de todos modos no se logrará.

Lo último que uno quiere es experimentar el fracaso. Cuando te centras en el panorama general, empiezas a ver cómo los cambios en el estilo de vida tendrán un impacto a largo plazo. Por lo tanto, si no funciona, vuelva a examinar estos aspectos. A continuación, realice los cambios necesarios para alcanzar sus objetivos.

Sobre todo, sean amables con ustedes mismos. No siempre serás perfecto. Todo el mundo comete errores y no está a la altura de sus objetivos de vez en cuando. Esto está bien, pero no significa que haya que rendirse y aceptar el fracaso. Por el contrario, añada más tiempo y trabaje en el cambio de sus hábitos para tener éxito la próxima vez.

Conclusión

Con estos pasos, deberías ser capaz de encontrar nuevas formas de incorporarlos a tu vida, para hacer cambios a mejor. Esto le ayudará a mantener el rumbo y a cumplir con los cambios que está haciendo.

Si encuentra algo que no le funciona, pruebe otra cosa y vea lo que funciona en su lugar. Es importante no desanimarse si las cosas no funcionan a la primera, sino seguir trabajando en ello hasta conseguirlo.

Una de las mejores cosas de estar sano es que es un viaje. Cada paso hacia tu objetivo puede darte una gran sensación de logro. Por lo tanto, no tenga miedo de probar algo nuevo. Si no funciona, vuelve atrás y cambia un poco tu plan.

Intenta recordar que se trata del viaje, no del destino. Así que toma cada día como viene y sigue adelante. Al final llegarás a tu destino, pero poco a poco empezarás a ver los resultados de tu duro trabajo.

Si te comprometes y no te rindes, lo conseguirás. Haz de este tu nuevo estilo de vida y disfruta de cada parte del viaje. Esta es tu vida, así que haz de ella algo de lo que estés orgulloso.

Emilio Ruiz

Emilio Ruiz

Experto en liderazgo estratégico con varios años de experiencia asesorando a empresas líderes en el mercado. Sus perspicaces consejos sobre el entorno empresarial han sido ampliamente elogiados y aplicados con éxito.

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