Cómo se manifiesta el miedo en el cuerpo
Exactamente, los mismos años precedentes, 2020 empezó con una nota de promesa. El número -2020— en sí fue inspirador, insinuando una claridad y agudeza visual inmejorables. La pandemia de COVID-19 y los recientes altercados civiles cambiaron la vida diaria, poniendo a prueba nuestra resiliencia. No entendemos de qué manera vamos a vivir la “novedosa normalidad”.
A lo largo de la novedosa normalidad, lamentaremos las vidas, instantes y ocasiones perdidas. Pero con suerte, la novedosa normalidad, asimismo, va a traer una exclusiva apreciación por la conexión, la independencia de realizar las cosas que amamos, el toque humano e inclusive la tecnología.
Aguardamos que la novedosa normalidad esté llena de promesa por la igualdad, la empatía y el diálogo sobre lo que nos une para sobrepasar lo que nos divide. Si bien no en todos los casos tenemos la posibilidad de eludir o remover el padecimiento y el mal, tenemos la posibilidad de entrenar la empatía y percibir para comprender y estar en conflicto.
Tenemos la posibilidad de procurar tener diálogos incómodos que lleven al entendimiento y al amor. Tenemos la posibilidad de trabajar para hallar nuestra voz y después emplearla para cultivar la promesa y el cariño.
5 Cosas que no sabías del miedo
Para comprender la ciencia del miedo, debemos decir que el miedo es nuestra respuesta de supervivencia. Algunas personas -aficionados a las montañas rusas y a las películas de terror- prosperan con ellas, mientras que otras las evitan. ¿Te has preguntado alguna vez por qué?
Artículo Relacionado:1. El miedo es físico
El miedo es algo que experimenta en la mente, pero origina una fuerte reacción física en nuestro cuerpo. Cuando reconoces el miedo, la amígdala (un pequeño órgano situado en el centro del cerebro) se pone en marcha. Esto alarma a tu sistema nervioso, que desencadena la respuesta de miedo de tu cuerpo. Se liberan las hormonas del estrés como son la adrenalina y el cortisol. Por lo que tu ritmo cardíaco y presión arterial aumentan. Empiezas a respirar mucho más rápido. Incluso el flujo sanguíneo cambia: la sangre pasa del corazón a las extremidades, lo que te permite dar patadas o correr por tu vida. Tu cuerpo está preparando para luchar o huir.
2. El miedo puede hacer que te sientas confuso
Mientras algunas partes de tu cerebro se aceleran, otras se detienen. Cuando la amígdala siente miedo, la corteza cerebral (la zona del cerebro que se ocupa del razonamiento y el juicio) se ve afectada, por lo que ahora es difícil tomar buenas decisiones o pensar con claridad. En consecuencia, es posible que grites y levantes las manos cuando el actor de la casa encantada se acerque a ti, sin poder racionalizar que la amenaza no es real.
3. El miedo puede ser divertido
Pero, ¿por qué la gente a la que le gustan las montañas rusas, las casas encantadas y las películas de terror se deja atrapar por estos momentos de miedo y suspense? Porque la emoción no acaba necesariamente cuando la atracción o la película terminan. Gracias al proceso de transferencia de la excitación, el cuerpo y el cerebro siguen excitados incluso después de que la experiencia de miedo haya terminado.
4. El miedo no es una fobia
Si te sientes un poco incómodo nadando en el océano después de ver Tiburón, la película ha cumplido su propósito. Pero si te encuentras aterrorizado, traumatizado e incapaz de funcionar ante la mera idea de tomar el sol en la playa, puede que estés experimentando algo más que miedo.
La diferencia entre miedo y fobia es sencilla. Los miedos son reacciones normales ante acontecimientos u objetos. Pero el miedo se convierte en fobia cuando interfiere en tu capacidad de funcionar y mantener una calidad de vida estable. Si empiezas a tomar medidas extremas para evitar el agua, las arañas o la gente, puede que tengas una fobia.
Artículo Relacionado:5. El miedo te protege
El miedo es un estado natural y biológico que todos experimentamos. Es importante que experimentemos el miedo porque nos ayuda a estar seguros.
El miedo es una emoción humana compleja que puede ser positiva y saludable, pero también puede tener consecuencias negativas. Si un miedo o fobia está afectando a tu vida de forma negativa e incómoda, habla con tu médico de cabecera, que puede ayudarte a determinar qué tratamiento necesitas.
El temor con la ayuda de nuestro cuerpo
La lista de fobias es bastante extendida, y sucede que tenemos la posibilidad de presenciar temores irracionales frente cualquier género de estímulo, que además de esto no representa riesgo real. Nuestro cuerpo, que es el responsable de contestar a esta emoción, se prepara por medio de una sucesión de cambios físicos, producidos por la activación fisiológica.
¿Qué emoción se guarda en nuestro cuerpo?
Por contra, el estado de alienación causado por el rechazo actualmente presente es siempre y en todo momento molesto, necesita esfuerzo, tiempo y padecimiento. El “yo soy” puede soportar este género de cuestiones e intentar resguardar su situación, pero es un esfuerzo inútil.
La contestación franca a todas y cada una estas cuestiones, amén de mitologías y fantasías religiosas, ha de ser indudablemente la incógnita. Está claro que ese “alguien”, tan asustado por la desaparición, no se encontraba allí al nacer, no eras tú antes de nacer, sino que apareció después. Por consiguiente, es una parte de lo que sucedió aquí en el planeta, y como todo lo citado previamente, no los va a acompañar en la desaparición.
No especifiques mucho más, sencillamente mira, sé siendo consciente del “yo soy” y de qué manera se desenvuelve en el planeta, sin juicio, sin investigación, sin pelea. Despertar no tiene que ver con lograr enormes estados perturbados de conciencia, ni de efectuar enormes hazañas físicas o mentales.
Es sencillamente regresar al origen, volver a descubrir nuestra naturaleza inicial, ver el planeta como es. En el desafío aparece la inclinación a idealizar al que se marcha. Y en un caso así, afirmemos que se encontraba fallecido su Dios, el que le había dado sentido y vida. Fue realmente difícil sacarlo de esa visión que tenía definida y arraigada antes de la desaparición de su padre.
Sentimientos de mal y excitación
Los sentimientos de mal y excitación forman los pilares de nuestra cabeza. Todos y cada uno de los organismos vivos tienen la capacidad de reaccionar emotivamente frente distintas ocasiones. Estas conmueves dan un medio por el que el cerebro y la cabeza tienen la posibilidad de valorar lo que ocurre dentro y fuera del organismo y lograr que el organismo responda de manera adaptativa.
Las conmueves nos asisten a eludir riesgos, a explotar ocasiones, oa hacer más simple las relaciones sociales. Al fin y al cabo, son precisos para posibilitar la supervivencia y el confort.
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